lunes, 6 de junio de 2011

Después

Intente tocar el cielo, y este intento tocarme a mi, pero en algún lugar de nuestras mentes nos desaprobamos y yo escogí las bancas del parque y el las gotas rasgadas de lluvia, acabamos por odiarnos de una belleza que ninguno posee y sol sale cada día a mofarse de nosotros y yo con unas vacaciones de comienzo, nudo y desenlace y viceversa, y la muerte me arropa, desaprueba mis cortos escritos y a veces corrige mi ortografía con su gélida mano huesuda, suelo acostarme en horas de la noche con esa soledad que duerme en esa botella amarillo con naranja y que baja por mi garganta como agua con escamas, sal y pimienta y sigo intentando escribir con el televisor al lado mio, reproduciendo una que otra comedia norteamericana, y mis padres organizando al lado, ... aquí es donde quiero salir gritando, encender un cigarrillo, y otro, y otro y otro, hasta que mi boca saboree las cenizas en mi lengua