domingo, 14 de noviembre de 2010

Locura de ronda.

Brillan demasiado los labios en el cielo
y grandes oleadas de ojos en el mar
las piernas de aquella mujer cual palmeras al viento
mis ropas sonriendo de nubes van

los cabellos de rapunzel como barcas para los demonios
y los lunes que de sonrisas opacas caminan
las rosas van de tacones para prostitutas
y mis anteojos sin internet

las telarañas como colchon para un dios que nadie ve, excepto el
camisas de fuerza para los recien nacidos
puños enfundados en la era de las espadas
y soles que vagan en la noche a ritmo de ratas flautistas.

Locura Atemporal.

Sin sueño no hay despertar
sin visiones no hay locura
sin locura hay tiempo
y el tiempo a mi vida la censura

sin mesura, la tortura
a mi cordura, que es presiones y ataduras
en la noche de bellas vestiduras
y amargos tragos y dudas

visiones, pensamientos y canciones
sucias, vulgares, de casualidad y destino
de vidas, muertes y suicidios, un si o un no
locura atemporal en una noche bañada por el sol

Carta al pasado

Hola señor de contada edad y de largas barbas blancas, me refiero a usted por que lo he encontrado viviendo en mis cicatrices, usted que vive en mis recuerdos, usted que vio mi primer amor nacer y morir, señor del olvido le escribo para contarle, que usted era mejor en su momento y que el hoy mañana sera usted, entonces dirigo esta presente para el mañana, señor de cortos pasos, le escribo sin pensar, le escribo por que quiero alejarme de usted y quiero que se aleje de mi, le escribo señor pasado para que le diga, al niño que yo era antes, que no viva el ayer que yo morire mañana.