domingo, 14 de noviembre de 2010

Locura de ronda.

Brillan demasiado los labios en el cielo
y grandes oleadas de ojos en el mar
las piernas de aquella mujer cual palmeras al viento
mis ropas sonriendo de nubes van

los cabellos de rapunzel como barcas para los demonios
y los lunes que de sonrisas opacas caminan
las rosas van de tacones para prostitutas
y mis anteojos sin internet

las telarañas como colchon para un dios que nadie ve, excepto el
camisas de fuerza para los recien nacidos
puños enfundados en la era de las espadas
y soles que vagan en la noche a ritmo de ratas flautistas.

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