martes, 29 de mayo de 2012

De un poeta a una musa, que no es poeta ni es musa


 ¡Oh! musa te has ido dejando la herida sangrante supurando lágrimas de olvido
mi musa, mi querida te has marchado dejándome el cariño entre los brazos
¡oh! musa te has marchado enmarcando tu ausencia en ese recuadro de macarrones secos
 ¡oh! musa mía me has dejado escrito poeta en la frente

 ¡Oh! musa te has ido de viaje no se a donde
 tu vas de tren en tren y yo recogiendo tus migajas de riel en riel
amada mía te has marchado dejándome acompañado de mis silencios
 querida, solo tengo un recuerdo de un recuerdo

 El hombre inteligente se enamora de los recuerdos nunca del pasado
y he vivido con la insignia de tu boca manchando el cielo de carmín
 te encontré rasguñando mis recuerdos de alma sonámbula
 perdiendo tus uñas...

 Tuve suerte al conocerte y el destino no te quiso a mi lado,
 me condenaste a subir las espinas de esta rosa purpura
me condenaste a seguir el parpadeo de tus suspiros
 ¡oh! mi musa, mi musa que me llamaba poeta te has ido dejando en mi esta soledad

esta soledad tan fría
 Esta soledad tan sonora, esta soledad tan mala compañía
 esta soledad tan invierno, me dejas esta soledad tan obscura como el guiñar del ojo de la muerte
 esta soledad que me dice que debo quererte fuerte,

musa amada, musa querida como fuera posible morir de amor en tus brazos,
 no lo sabré jamás
 Mi musa de las nubes blancas, mi perfume helio centrista de coco
 ¡oh! musa tu que estallas en el universo con la fuerza de una galaxia tan grande,
 con el fulgor del amor cuando es amor,

donde estas dime por favor que esta sangre seca se convertirá en cicatriz
 ¡Oh! musa del cariño de mis escritos
 ¡oh! mi musa serena y silenciosa, mi musa de las manos de ángel
dime porque te has ido dejando mis parpados húmedos de amar
 humor de lagrimas.


 ¡Oh! musa del corriente calendario te pierdes saltando en mis sueños
 te persigo y siempre termina una sombra despidiendo el tren
 tu nombre empujado hacia arriba por las calderas del tren
 esas chimeneas me lo gritan, tu nombre me lo gritan


 Musa perdida, dime que estas bien dime que te olvidaste de mi hasta el día de hoy musa prométeme un café, porque odio las promesas musa no me condenes a tu silencio de horror ¡Oh! Musa te quiero, oh musa tu camino es el principio de una vida sin amor ¡oh! musa vuelve a estos brazos rudos a este corazón hecho de cenizas, vuelve a mí y te querré en la forma en que quieren los que viven del amor, los que creen en amar.

Soportandome..


Despierto a las 8 y 15 minutos de la mañana, ojeroso, con una sensación de ansiedad que me rompe el pecho, con un profundo dolor de garganta y una tos que revienta el corazón, los ojos aturdidos por la luz que cae desde la claraboya, “el desayuno esta servido”, gritan desde la cocina, bajo a ciegas, me siento en el comedor y paso los bocados con desgana uno tras otro, el ultimo sorbo de café  me quema y en mi mente exclamo, “puta vida”.
Luego me conecto a mi cuenta y dos o tres personas me saludan, ¿hey?, ¿Qué tal el finde?, ¿ya tienes chica?, ¿has conseguido empleo?,  deberías llevar una hoja de vida, deberías visitarme de vez en cuando, que perdido andas; Mierda, a veces las personas creen que conocerme es estar en deuda con ellas, que debo saludarlas, que debo preocuparme por sus vidas, todo eso me cansa , como los helados en el centro comercial, como las parejas que se compran la misma sudadera adidas y pasean el perro, como sus prejuicios  que huelen las botas de mi pantalón y como olvidar a esos que fueron mis amigos y me mandan correos estúpidos, los que sudan cuando me ven en algún bar y sienten la necesidad social de saludarme.
Los concesionarios, las zapaterías, los restaurantes, los bares, las citas a ciegas, las llamadas perdidas, los políticos, los artistas llenos de ego, las modelos, los prisioneros, los ladrones, los escritores, los buenos y los malos, los héroes y villanos, todo esperando un bus, todos sobreviviendo, todos soportándose, soportándome y soportándonos.