El pie descalzo

Duerme la almohada bajo el poeta
el domino llueve a cantaros en las afueras
las puertas cerradas sin presos adentro
los muros infranqueables caen de esperanzas lucidas
ya no hay aguas sucias en las entrañas de las jóvenes modistas
encendida siempre la televisión
golpeadas amas de casa por sus sartenes de carnes medio cocidas
ya no quedan columpios en las plazas y parques de barrio
son un pueblo cercenado esnobista
caen grises nubes en cosechas del mas sucio trigo
y las manos sucias en los trabajos lucrativos
mi presidente se ufana de ser el peor
somos casi nada siempre somos menos
lloremos en las faldas del prostituido alcalde
cerremos con llave el agua de la llave
levemos rosas en hombros destrozados de telas abiertas
es un lugar perdido bajo la estrella naranja
y almorzaos en una mesa gris
mientras sucumbe el doloroso temblor
acostemos al viejo en la nube amarilla y en la picuda plateada
escribamos mas sin ser escuchados
y adios digamos al suculento viento de la tarde rosasea